Ya sin prestigio el suicida,
sin tazas de café en las manos,
todavía con el silencio en la boca.
No hay agua caliente
en ninguna casa
y prefiero el frío,
aunque despertar duela
un poco cada vez.
El espejo es transparente,
me ve a través
y a través mío el paisaje
es el espejo,
y en el cielo el reflejo
rosa y violeta sin nubes.
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